Según una investigación que se ha realizado en Chile, el uso del chupete o mamaderas por mucho tiempo, o la costumbre de chuparse el dedo, retrasa el desarrollo del lenguaje teniendo mayores riesgos de padecer problemas en la comunicación y pronunciación.
Esto se debe a que la costumbre que se genera en los pequeños de introducirse elementos en la boca les impide el libre ejercicio y adecuado de la musculatura facial, lo que es esencial para lograr hablar con claridad. En este estudio de Punta Arenas, Chile, participaron 128 niños sometiéndose a un examen general en la boca y a evaluación de los procesos de simplificación fonológica.
En este estudio se les hizo un cuestionario extenso donde el tema a responder era “los hábitos de los menores y su sistema de lactancia”. Estos datos han concluido que aquellos niños que usan el chupete por más de tres años o que se chupen el dedo incluso en un período corto de tiempo poseen tres veces más probabilidades de tener problemas en la comunicación y la pronunciación de las palabras.
Aquellos bebés que a partir de los 9 meses usan chupetes tienen mayor riesgo de padecer de retrasos en el desarrollo del habla, recomendándose que hasta esa fecha se le de exclusivamente leche materna directamente del pecho de la madre.
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