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lunes, 6 de febrero de 2012

Educar a los niños con afecto incide directamente en el desarrollo de su memoria


El afecto de unos padres a sus hijos solo puede tener beneficios. La ciencia ha conseguido concretar uno de ellos, de modo que se ha visto que los niños criados con afecto tienen el hipocampo, la zona del cerebro encargada de la memoria, casi un 10 % más grande que el resto.


El hipocampo es la zona del cerebro encargada de la memoriaPsiquiatras y neurocientíficos de la Universidad Washington de Saint Louis (EE UU) analizaron imágenes cerebrales de niños de entre 7 y 10 años que, cuando tenían entre 3 y 6 años, fueron observados en interacción con alguno de sus padres, casi siempre con la madre.

Se analizaron escáneres cerebrales de 92 niños, algunos mentalmente sanos y otros con síntomas de depresión. Los niños sanos y criados con afecto tenían el hipocampo casi un 10% más grande que el resto.

Aunque en el 95% de los casos estudiados participaron las madres biológicas de los niños, los investigadores señalan que el efecto en el cerebro es el mismo si el cuidador principal es el padre, los padres adoptivos o los abuelos.

Fomentar una crianza con amor
A la vista de los resultados, uno de los autores del estudio, la profesora de psiquiatría infantil Joan L. Luby, aboga por fomentar, 'como sociedad', la crianza con amor y cuidado de los bebés y los niños, puesto que "claramente tiene un impacto muy grande en el desarrollo posterior" de la persona.


Es el primer estudio que muestra un cambio anatómico en el cerebroEl estudio, el primero que relaciona el tamaño del cerebro infantil con la forma en que un niño es criado, ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Durante años muchas investigaciones han puesto de relieve la importancia de la crianza, aunque casi siempre centradas en factores psicosociales y en el rendimiento escolar, pero este estudio, dice Luby, "es el primero que realmente muestra un cambio anatómico en el cerebro".